Desde que recuerdo el Zócalo de la Ciudad de México ha sido escenario de manifestaciones artísticas multitudinarias: las organizadas en museos enormes, la presencia de danzantes clandestinos, los conciertos masivos, mimos, estatuas vivientes o el infaltable organillero. El Zócalo es un lugar lleno de vida, de energía especial; de encuentros y de alianzas.
En ese mismo cuadro vemos los poderes ejecutivo del país, de la ciudad, de la Iglesia Católica mexicana y hasta de la fuerza de trabajo desempleada (en las rejas de la Catedral) ¿más bizarro?
Así que ver una estructura extraña, que se supone hace homenaje a algunos edificios precolombinos, en plena plaza no rompe el esquema del visitante habitual aunque sí le pica la venita de la curiosidad.
Un letrero enorme nos invita a pasar, "México en tus sentidos", dice. Al entrar, se siente en los pies el calor del chapopote. Ojos, muchos ojos mezclados con espejos nos dan la bienvenida: nos vemos, te vemos y tú mismo te ves; es el encuentro con lo mexicano y contigo mismo. Un par de indígenas tarahumaras te invitan a jugar, has venido a un sitio en donde todo y nada es en serio. El olor a copal nos sumerge en esa mística del Zócalo; mística de fotografía de souvenir, de concheros del siglo XXI, de turistas en jeans que danzan alrededor del humo de los supuestos chamanes. Pero los amantes de los aromas sabemos que el incienso purifica y que los sentidos del tacto (por medio del piso) y del olfato están cubiertos. ¿El del oído? Tambores, instrumentos de viento, naturaleza y modernidad recrean una vez más la mística de nuestro país.
¿La vista? La vista puede sentirse de repente abrumada, sobre todo en la segunda gigantografía: un pie lleno de texturas, de experiencia, de color, de vida. Nuestros ojos se encuentran con imágenes conocidas; las hemos visto en los mercados y en los anuncios de televisión; en la calle, en la esquina y en los folletos de la agencia de viajes. Nuestra mente va encontrando una estructura: fiestas y tradiciones, rituales, paisajes, lugares de la cotidianidad y el ciclo de la vida; en pantallas, en impresos, en video y hasta en lo que juramos es lienzo casi transparente.
La exposición "México en tus sentidos", del artista –según muchos- y empresario –según él- mexicano Willy Sousa nos muestra imágenes lindas de nuestro país. Y es importante recalcar el término lindas, ya que si lo que se busca es fotoperiodismo este es el lugar equivocado. Aquí uno viene a sentirse cursimente orgulloso de ser mexicano, de llamarse María, Lupita, Rosa, Juan, Carlos y hasta Samantha; de tener tonito norteño, yucateco o moreliano, de que la dieta diaria incluya una "queca", un sope, un jugo fresco, guacamole (como se hace realmente), chiles, tortillas, mole, tamales, verduras, pastas y hasta pan gourmet; de beber coca cola y mezcal, vino tinto importado y agüita de tamarindo. Porque eso somos, somos la quinceañera y la pose para la foto, somos el salto de cuerda, la niña jugando al avioncito, el Día de Muertos, los voladores de Papantla, el cielo azul y la contaminación del Distrito Federal. Somos pose y naturales, falsos y verdaderos, pequeños y gigantes.
Quien no reconozca al señor de las gelatinas de rompope, a los churros con chocolate, a las escalofriantes figuras de Cristo crucificado, al sombrero de charro (aunque sea puesto en feria y para la foto de relajo) es que de verdad no ha viajado por México, no se ha dado la oportunidad de conocer el folklor y todo eso que sólo se ve, se escucha, se prueba, se toca, se huele en este hermoso país.
Es cierto, las imágenes de Willy quizás no sean las más majestuosas, las más realistas pero no por eso dejan de ser reales, no por eso no disfrutamos a los niños sucios de algodón de azúcar, al chivito mirando a la cámara, a la niña trenzuda de ojos enormes y a la bigotona de la pantalla.
Pronto se pasan las salas y nos quedamos con ganas de más. Pondrán 40 o 50 fotografías más en las próximas semanas, así que habrá que darse otra vuelta. Mientras, yo sí me quedo con el video final que nos muestra a ritmo de sonido nmilsouround imágenes de nuestro país: teatrales, cuidadas, bien iluminadas, retocadas, naturales, con grano, digitales, sin título, con nombres, que nos invitan a enamorarnos desde Baja hasta Yucatán.
El único sentido que me faltó fue el gusto. No estaría mal que pusieran un puesto de pan dulce, buñuelos, chocolate en agua, ates o elotes con crema y chilito piquín. Así, todos nuestros sentidos estarían realmente cubiertos; México estaría realmente en nuestros sentidos … ¡y cómo no! En el Zócalo esto, justo esto, sucede todos los días. Y en México también.
Trabajo de Willy de 2009
15 comentarios:
Probando...
17 de marzo de 2010, 19:29Me encantó!!!. Gracias por transportarme, de alguna manera a ese lugar, con todos esos detalles...y por ponerme "la piel de gallina"...
17 de marzo de 2010, 19:37No sabes cómo envidió eso de ustedes los que viven ahí, tienen la oportunidad de acudir a tanta exposición presenten en la ciudad!!!
Pero que bueno que por lo menos, alguien de confianza me la describió.
Beso!
Qué bueno que ya pudiste publicar el commentario, no sé qué le sucede a esto, ASH.
17 de marzo de 2010, 19:39Linda que pasaste -como siempre!!!- Pues cuando quieras, ya sabes que soy re cursi y con gusto te cuento TOOOODO lo que quieras. Curiosa y cursi, tons... buena combinación. ¿Y qué tal el video? Está poca madre, ¿no?
Besito y gracias, Ely!!
Manita te quedo requete-bonito.
17 de marzo de 2010, 19:42Ashhhh ... ya quiero llegar.
Besos.
=) Chilo!!! ¿viste el video? no te dan ganas de venir prontitoooo?! =)
17 de marzo de 2010, 19:45Gracias!!
Gracias por tu nota lata, latosa. Nos vemos pronto para el retake. Besos
17 de marzo de 2010, 20:58Carlos, sabes que me gustó y que soy fan de tu trabajo. Besito y te veo pronto.
17 de marzo de 2010, 23:08Me encanta leerte así.
18 de marzo de 2010, 2:32:) gracias, Ed.
18 de marzo de 2010, 8:26La redacción te quedó maravillosa, signa de estar en la parte frontal de algún folleto que invite a asistir a la exposición, así a cualquiera se le antojará.
19 de marzo de 2010, 11:25El video también está increíble, muy emotivo y lleno de imágenes que invitan a visitar la "parte bonita" del país, lastima que toda moneda tenga dos lados.
Real, ¡gracias, amigo!!! Qué bueno que se te antojó, sí me gustó cómo quedó :)
19 de marzo de 2010, 12:28besos
ME FACINO ALFIN ALGUIEN SE ATREVIO A PUBLICAR LOS LUGARES, TRADICIONES, ETC. EN LO QUE ES NUESTRO MEXICO .
21 de marzo de 2010, 19:29MUCHAS FELICIDADES AL DIRECTOR QUE HIZO POSIBLE ESTO.
QUEDE INPACTADA Y MUY CONTENTA CON LO QUE VI. ESPERO Y SIGA CON MUCHO EXITO "FELICIDADES"
Qué bien que te gustó, anónimo. ;)
22 de marzo de 2010, 11:57Tu sola descripción es un lujo de todas las imágenes que rematada con este video tan creativo dan como resultado el deseo de conocer Méjico ya! Sin duda un magnífico país. Besos tía Elsa.
23 de marzo de 2010, 20:35Me emociono hasta las lagrimas...que orgullo ser mexicana
25 de abril de 2010, 7:24Publicar un comentario
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