¿Por qué México Rocks?

¿Por qué México Rocks?
Averígualo

Bloggers que aman México

Bloggers que aman México
¿Te interesa compartir con nosotros?

We love Mexico in English

Comida

Comida
Deliciosos platillos mexicanos
Mostrando entradas con la etiqueta Manuel. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Manuel. Mostrar todas las entradas

Viajando en moto por México; Saltillo-Guanajuato-Guadalajara-Vallarta y de regreso. (Parte II)

miércoles, 29 de julio de 2009

Tanto tiempo sin escribir, y es que contrariamente a la percepción general, tengo que trabajar mucho para mantenerme estos gustitos y últimamente me han traído del rabo, pero bueno, ¿dónde iba yo? Ah sí, habíamos llegado a Guadalajara sin contratiempos que no nos permitieran continuar y ya queríamos rodar a Vallarta.

Salimos de Guadalajara tempranito (como a las 10am, jojojo, tempranito en idioma biker) y a pegarle. Fue en el tramo Guadalajara - Compostela donde entendí la fregonería de ser biker.
Era un día precioso para rodar, el sol alto en el cielo, algunas nubes blancas proveían de sombra de vez en cuando, y decidimos disfrutar el rol y pararnos cuando se pudiera a tomar una cheve –cerveza- y a ver pasar la vida, ¡¡¡no había prisa!!! Teníamos creo que toda la semana (era antes de navidad).

En la primera caseta encontramos una tiendita, nos paramos a hacer pipí (cada quien en lo suyo, por favor) y al estacionar la moto sucedió la magia de ser biker: la gente se acerca a ver las motos. Los más atrevidos te hacen preguntas, las más atrevidas te hacen la plática; mucha gente quiere compartir una anécdota, o sencillamente platicar, ¡poca madre! Era mi primer viaje largo, yo no sabía que esas cosas pasaban y estaba sorprendido e impresionado del poder de las motos.

Me encantó platicar con gente, escuchar anécdotas, compartir unas papitas, saber a dónde van los demás, enterarme que van a pasar navidad con el primo que se fue a Tepic y que le va de poca madre. Y eso es de lo más chingón de salir en la moto, realmente el biker entra en contacto con el aire, con la naturaleza y, sobre todo, con las personas (hay que evitar el contacto directo y violento con el pavimento, pero fuera de eso, no hay pedo). Si ven un biker por ahí tomando un refresco salúdenlo, lo más probable es que sea un cabrón alivianado y con ganas de cotorrear.
Total que llegando a Compostela nos paramos a quitarnos las chamarras porque hacía un calor del mal y a echarnos unas chevecitas más.

Bajando a la sierra noté que a la moto se le prendía un foquito que parece una batería, yo no tenía experiencia así que ni idea de qué podría ser, pero me valió y como a la hora se le apagó el foquito, "un lapsus pendejus de la moto" pensé yo. Como una hora antes de Vallarta, yo ya me veía semiencuerado andando con dos chiquitas en la moto (una adelante y una atrás), veía en mi cabeza el atardecer en el malecón y como se vería mi moto en contraste con el sol poniéndose, pasamos junto a una gas y se apaga la moto… me quedé sin batería.

"Puta madre", pensé, y lo hice porque cualquier cabrón que se precie de ser machito malhablado pensará "Puta madre" cuando pasa algo fuera del plan. Se baja mi compa y me dice "¿que tiene la chingadera?", y yo no tenía idea del funcionamiento mecánico de una moto, para mí era una combinación de fierro y goma que me llevaba del punto A al punto B pero pues ni idea de cómo jalaba, así que desde el fondo de mi ignorancia le contesté "Ps ha de ser la batería o la marcha porque no prende la muy zorra".

Total que nos quedamos en la gas y vino la primera idea "Hay que pasarle batería, a huevo con eso prende y llegamos a Vallarta y allá vemos" y se presentó el primer problema, ¿dónde estaba la batería?, afortunadamente traía extractos del manual y encontramos la batería, y una camioneta, y cables y la chingada, estábamos listos para la operación... no funcionó.

Con el tiempo aprendí que era porque estábamos pasando batería de manera incorrecta y que lo único que necesitaba era conectar el generador de la camioneta a mi batería por 15 minutos y con eso hubiera prendido la moto, pero noooooooo, eso se aprende a madrazos.

La segunda idea fue llevar la batería con un eléctrico para que le metiera una carga rápida. En chinga la desmontamos, buscamos un mecánico y se la llevamos "regresen en una hora", fue el designio del experto.

Estábamos en la tiendita anexa a la gas cuando se paró otro biker a ayudarnos, poca madre el wey se quedó un buen rato dándonos tips y la chingada, y es que si uno se queda tirado en el carro difícilmente se para algún parroquiano a ayudar, pero si es en moto es de volada que se pare alguien.

Total que a la hora vamos por la batería (un pedo para encontrar al eléctrico porque había ido por unas caguamas y no regresaba), le montamos la batería a la moto, yo estaba preparado para lo peor (pedir una grúa es el peor escenario posible), giré la llave... apreté el botón "run", escuché a la bomba de gasolina llenando los ductos, corrió el autotest de la compu de la moto, sabía que solamente tendría una oportunidad de darle marcha... presioné "start"... ¡¡¡¡el motor arrancó!!!!! Y córrele a Vallarta porque estaba cayendo la noche y la batería no estaba cargando (foquito prendido en el tablero). Llegué a Vallarta en tiempo record y luego luego con el mecánico especializado en Harleys, quien después de sesudas pruebas determinó que era el regulador de voltaje. Llamé a todas las tiendas Harleys del país a ver quién tenía uno y nada, había que importarlo y tardaría semanas en llegar. La solución: comprar dos baterías de repuesto y un cargador lento (en cualquier Comercial Mexicana, amigos) y usar la moto como si fuera un celular, o sea cargar las baterías toda la noche y en el día usarla moderadamente hasta que se descargaran.

Pues así, mis queridos amigos, me regresé una semana después hasta Monterrey, cambiando baterías en el camino y economizando energía.

El epílogo de esta historia es hasta chistoso, no era el regulador, era el estator y cualquier pendejo lo hubiera podido embobinar en Vallarta y no hubiera tenido pedos, pero eso se aprende con la experiencia, y no hay otra manera de adquirir experiencia más que sufriéndole y regándola.

Y así queridos amigos, fue el viaje Vallartense versión 1.01. He hecho algunos otros viajes más largos y más divertidos, pero a este específico le tengo cariño porque fue el primero de los primeros y donde aprendí (a la mala) lo que realmente significa ser biker de largo alcance.

A partir de ese viaje le tomé amor a la moto y dejó de ser un hobbie para convertirse en modo de vida. Hoy por hoy mis amigos son bikers y a veces cuando platico con gente que no anda en esto ya no me adapto tan fácilmente, ya no entiendo la vida acumulando stress por todas las responsabilidades, con limitaciones y sin toma de riesgos.

Cuando me subo a la moto me relajo, uso moto hasta para ir a trabajar y me siento feliz cuando estoy con los demás moteros hablando de carreteras y mecánica. Si estoy tenso voy a al taller a reunirme con los demás y a ayudar a armar/desarmar motos. Ojalá pudiera expresar la importancia que esto ha tenido en mi vida y lo mucho que ha cambiado mi percepción de las cosas, y este viaje tuvo mucho que ver en eso.

Y ahí luego les platico cómo es la comunicación de un biker con otro cuando se rueda en grupo sin el uso de radios o esas cosas modernas. También debo un post sobre mi teoría de porqué los bikers traen viejas chidas.

Y ya para irme les dejo un consejito bien chidito:

Ahora que es temporada de lluvias les recomiendo ampliamente sentir la lluvia, mojarse rico y no tenerle miedo al agua, porque cuando se mueran no van a sentir nada, ni la lluvia ni el frío ni nada (y se van a morir, eso se los prometo).


Gozen sus vidas y hagan lo que los ponga felices.

Manuel

Viajando en moto por México; Saltillo-Guanajuato-Guadalajara-Vallarta y de regreso. (Parte I)

lunes, 6 de julio de 2009

Mi primer viaje largo en motocicleta fue de Saltillo a Vallarta puenteándole por Guanajuato.

Yo ya tenía cierto manejo y todos los fines de semana le pegaba al menos unos 300kms, tanto en moto deportiva como en la Harley, así que ya tenía idea de qué onda, pero siempre en el primer viaje se cometen todos los errores y se aprenden las lecciones de la manera más dura posible, pero me desvío (que es lo bueno de ser biker, uno se puede desviar a donde sea cuando sea, pero me vuelvo a desviar).

Había estado pensando en ese viaje por toda la semana e incluso una noche antes ya no pude dormir de la emoción, cosa que no me pasaba desde alguna navidad cuando era niño. El plan era rodar de Saltillo a Guanajuato, pasar una noche en Guanajuato en casa de mi cuate Guanabike, al otro día pegarle Guanajuato - Guadalajara para reventarnos el Guadalajara - Vallarta en una tercera jornada, era por ahí de las navidades así que había tiempo de sobra.

En la empacada subí el juego habitual de herramientas, ropa suficiente, cascos, chamarra, guantes, buff (como bufanditas para el viento), lentes... No, no, no, parecía Beduino con camello cargado, muy pronto me daría cuenta que era demasiado lo que traía cargando, pero bueno, ya llegaremos a eso.

En el día 1 rodé acorde a lo planeado. Tomé hacia el sur de Saltillo por la carretera 57 para subir por los Chorros, que es una parte con curvas sumamente divertidas, recomendable para pisarle en la medida de lo prudente porque es lo único divertido de manejar en los 600 kms que abarca la ruta. Justo donde terminan (comienzan) los chorros hay un restaurancito familiar que se llama "La herradura", no se pueden perder los chilaquiles con dos huevos estrellados, (digan que van de mi parte).

Eran días duros para rodar porque la carretera estaba llena de paisanos; personalmente me fastidia cómo manejan, es decir, a la velocidad en la que se sienten cómodos, sin importar el carril. No entienden que México es MUY diferente a Estados Unidos ¡y que aquí manejamos más rápido!

Total que en el lapso de 600kms me tocó ver dos accidentes serios y muy cerca de mí. Me sentía inseguro, como un ratón corriendo a través de una manada de elefantes, y también me tocó ver lo más bizarro que cargan los paisanos: Una pickup con un water... o sea un baño. ¡¡No entiendo cómo alguien puede recorrer miles de kilómetros cargando una taza de baño!!! Debí tomarle foto pero estaba en la etapa donde o manejaba moto o fotografiaba.

Pero desde ese viaje mi posición ante los paisanos es: o se adaptan o mejor no manejen, neta. Provocan muchos accidentes con sus chococamionetas y seguro hay un montón de muertitos cada temporada, pero me desvío de nuevo.

Llegué a Guanajuato a dormir una noche, para ya descansadito intentar salir al otro día temprano, pero la moto de mi cuate estaba en el taller, y el taller estaba en ¡¡San Miguel de Allende!!! Así que entre la ida por la moto y mil pendientes salimos de Guanajuato a Guadalajara cuando el sol se ponía y sufrimos un montón, éramos unos novatazos.

Resulta que traíamos de esos cascos ultramodernos con intercomunicador y la manga del muerto, desde ahí me juré no volver a usar radio, se distrae uno de a madres y afecta la sensación de aislamiento al rodar. El problema es que ninguno de los dos nos sabíamos las señales, entonces era manejar a ciegas porque, para acabarla de amolar, el faro de la vulcan (la de mi cuate) apuntaba directamente al cielo… ¡¡entonces no veía ni madres!!! Y además el frío, aprendí a la mala que hay que llevar ropa adecuada para las bajas temperaturas… Pero ¿qué tal llevaba la alforja llenita de jeans y ropa fresita pero ni un liner polar? Tremendo.

Aquí abriré un breve paréntesis para hablar de la comunicación entre motociclistas.

Hay de dos, o un intercomunicador o de plano señales. De las segundas luego hago post a parte (lo llamaremos “Rodando en manada”), pero el radiecillo ese es una reverenda… Ahí les va: Nolan hace unos cascos divinos con un hueco para blue tooth, el casco trae bocinas, micrófono, y el aparatito les maneja un iPod, comunicación piloto/pasajero, o comunicación con otras motos y además se puede conectar al celular de su preferencia para ir hablando por teléfono, ¿maravilloso o qué? Pues la verdad es que durante la semana de estreno la onda es ir hablando por teléfono, pero la triste realidad es que el sistema es complejo y si te quitas el casco ya todo deja de jalar y hay que programarlo de nuevo, entonces si te vas a tardar dos o tres minutos cada vez que te pones el casco pues es de flojera.

Digamos que carga gas toda la banda, ya todo mundo está listo pero te tienen que esperar porque tienes que programar la madre, dejarlo en modo stand by, conectarle el iPod, conectarle el intercomunicador, meterle el colmillo azul del celular, bajarle el volumen, ponerte el casco, acomodarte el cable, ponerte los guantes y vámonos…

Nada como ponerse casco, guantes¡¡¡ y a rodar!!! Personalmente quedé con muy mal sabor de boca con los aparatejos esos, soy biker a la antigüita, sólo requiero una moto y a veces un casco. Fin del paréntesis.

Total que a jalones y empujones llegamos a Guadalajara y al otro día (ahora sí tempranito) a Vallarta. Pero eso se los cuento en la segunda parte porque todavía nos esperaba un largo largo camino y un montón de dificultades de novatos, muy triste.

Manuel

Viajando en moto, ¿qué empaco?, ¿qué me llevo?, ¿dónde comemos?

domingo, 14 de junio de 2009

El viajar en moto tiene muchos contras: se necesita ser biker de corazón para aguantar tanta cosa (no lo van a creer pero hay un club de bikers que se llama “los comemierdas”, jojojo).

Una de las desventajas principales es la limitante de espacio para llevar cosas.

Si se mueven en una deportiva a lo mucho dos morralitos, en una chopper como quiera trae dos alforjas (maletas laterales) y pueden poner otra maleta más en la parte trasera, ya una Harley grande tiene un poco más de espacio, pero pensemos en que solamente contamos con tres maletas, de las cuales una es para herramienta y equipo de seguridad, la mitad de otra para la chamarra y una maleta y media para ropa, desodorante, etc. etc. etc.

Pero comencemos por los básicos:


INDISPENSABLES:

Si no llevan estos, en buena onda ni salgan de su casa:

a) Una bolsa (preferentemente de lona resistente) con herramienta, lo más seguro es que algo se madree en el viaje, punto, no hay vuelta de hoja, las motos son caprichosas y se van a descomponer. En Harley Davidson venden unos kits plegables con herramienta básica, muy práctico pero muy caro.

Personalmente he optado por una bolsa de lona donde llevo lo necesario para reparar MI moto, y hay que pensar qué es bueno llevar y qué no es bueno llevar, obvio no van a llevar birlos de carro ya que no servirían de nada. Si no se la quieren desfalcar dense un rol al autozone, compren un juego de herramientas medida chica y lo vacían en la bolsa, le meten unas Allen, un desarmador de cruz de buen tamaño, unas cuantas colas de rata, una cinta de aislar y ya estuvo, no necesitan mucho más.

Siempre es bueno traer cables para pasar corriente pero este ya se los dejo como opcional, para que vean que soy buena onda.

b) Un par de guantes para frío y un par de guantes para calor, googles oscuros y googles claros, liner para lluvia (liner es una chamarra que va abajo de la chamarra), si viajan largo les va a llover. En algunas zonas va a hacer frío, en otras calor, recuerden que al rodar se sienten unos 10 o 12 grados centígrados menos que la temperatura reportada; así que nada como una chamarra hecha para bikers con ventilaciones adecuadas.
Van a rodar de noche así que lleven equipo adecuado para entonces; créanme, no quieren manejar en la selva chiapaneca en la noche con lentes oscuros porque si se atraviesa un perro ni lo van a ver. En equipo de seguridad no escatimen, duele regacho cuando uno toca el pavimento y es de lo más desagradable rodar mojado y con frío; por esto, el equipo de protección es importante, un biker incómodo es un biker distraído, y un biker distraído va a terminar en el piso.

c) Casco...... lo traen puesto y por eso no cuenta como carga pero siempre es bueno llevar un visor extra, la placa de acrílico que va en la parte de enfrente es intercambiable y cualquier biker tiene un montón de visores de repuesto para su casco, es bueno llevar uno extra, para que no se raye métanlo en un calcetín viejo y ¡¡¡voilá!!!

d) Windex, una botella chica con aspersor llenito de windex, sirve para limpiar el visor del casco, el parabrisas de la moto (si es que tiene), los cuartos, los faros y en general el windex es la onda, en cualquier lugar se vuelan papel de baño y con eso pueden limpiar las superficies importantes.

e) Bolsas de plástico para basura. Cuando uno llega al hotel puede dejar la ropa y así queda una alforja libre, a esa alforja le ponemos una bolsa grande y la llenamos de cheve y hielo y tenemos ¡¡¡una hielera!!! Ya cuando acabe el pedo sacamos la bolsa y la alforja sigue seca y lista para meter ropa.

CERO INDISPENSABLES

La ropa no es indispensable, recuerden, para un viaje de una semana completa (9 días, o sea dos fines de semana) necesitan 3 jeans a lo mucho, uno de ellos ya lo llevas puesto así que solamente empacas dos jeans, 2 playeras manga corta y dos de manga larga (si van en una Harley puras playeras Harley, si llevan de otra marca que no los vea yo usando el uniforme), unas chanclas ligeritas ligeritas, desodorante, loción, cepillo de dientes y pasta, calzones, calcetines, un short para nadar (uno nunca sabe cuando se va a atravesar un río maravilloso al que sencillamente te tienes que meter)...¡¡Y y ya!!, así de sencillo.

Para los que gustan de viajar con tenis, unos jeans para cada día, playeras diarias, zapatitos para antro, camisita fresona y bolsita de maquillaje, hay suburbans donde pueden ir sumamente cómodos, pero si van en moto van a tener que usar la lavandería del hotel o lo que se atraviese, y es mejor cargar con poca ropa porque en el camino pueden ir comprando playeras y gorras alusivas a los lugares visitados, son un gran recuerdo y las pueden usar en el camino.

Y finalmente la pregunta del millón, aquel cuestionamiento que Alejandro Magno tuvo que soportar de sus ejércitos al marchar hacia Asia, la incógnita que ha definido la relación entre amigos por siglos..."¿Pero dónde comemos, cabrón?"... La respuesta es sencilla, donde hayan un chinguero de trailers parados se come bien; es la regla de la carretera y se debe seguir al pie de la letra.

Cuando se suben a la moto para un viaje la onda es entrar en la actitud de que si se descompone, lo arreglamos, si nos da hambre, comemos y si nos da sueño, dormimos; pero todo esto sin un plan. Una de las cosas súper chidas es la flexibilidad de que te puedes parar donde se te dé la gana, continuar si se te antoja y en general ir en absoluta libertad de tomar el camino que más parezca tentador en el momento...

Nos vemos a la siguiente para contarles mi primer biker viaje y todo lo que pasó.

Manuel

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Ya para irme........ tip del día, váyanse con media alforja sin llenar para poder meter recuerdos que se atraviesen en el camino, no van a llevarle una vajilla a su mamá pero siempre te encuentras pendejaditas que ocupan poco espacio para recordar el bonito viaje.

Viajando en moto: Tips de seguridad

jueves, 4 de junio de 2009

La moto es un vehículo peligroso, pero la mayoría de los riesgos son perfectamente medibles y controlables, excepto cuando un pendejo va al volante (manubrio Manuel, manubrio).

Anoche andábamos los bikers de esta bonita ciudad en el reventón, nos estábamos moviendo de un bar a otro porque así somos de rudos y malos. Rodábamos por las calles cada quien en su onda, algunos más pedos que otros pero ninguno 100% sobrio, sin embargo cuando uno anda ebrio en moto entra el sentido de conservación de la vida y nadie le da muy duro.

Uno de los bikers andaba con acompañante y bastante, pero bastante pedo, y se nos puso ebrio lucido. Manejando sin manos y bailando al mismo tiempo en la moto, de pronto aceleraba mucho y frenaba de golpe, él era muy feliz mostrándole a su mujer (que para acabarla estaba cero buena) lo chido que era en la moto...

En una de esas de la nada se oyó un rechinón y el estúpido se cayó de la moto, debió de ir a unos 140kms porque la moto arrastró 65 metros. El problema es que la acompañante arrastró por lo menos unos 15 metros con la cara... ouch.

Y de pronto todo era un pequeño caos, un par de motos nos orillamos, muchas otras se pusieron atrás de los accidentados, algunos bikers trataban de atender a los caídos, otros desviábamos el tráfico (por cierto, automovilistas hijos del mal, casi me atropellan varias veces). El biker caído no presentaba daños muy visibles pero la acompañante tenía la cara hecha mierda (perdón por la expresión tan literaria, pero no hay otra).

Mal plan porque quedó marcada de por vida, estaba muy lastimada. El tipejo es un patán que le vale, pero realmente no sé si se lastimó o no porque traía rush de adrenalina y así es imposible saber.

A partir de esta anécdota me permito hacer algunas sugerencias y una exigencia:

Sugiero y recomiendo el uso del casco y demás chingaderas protectoras, y es una recomendación hipócrita porque yo no uso casco todo el tiempo. Sin embargo en serio, si van a rodar mejor pónganselo. Si la chava hubiera traído casco y chamarra se habría levantado por su pie, se sacude el polvo, se madrea al pendejo que iba manejando y se iba a casa. No traer casco ha provocado que quizá viva con cicatrices nada agradables en la cara por el resto de sus días.

Recomiendo no mezclar alcohol con moto, y de nuevo, es una recomendación hipócrita porque yo me chingo mis alcoholes y luego ruedo, pero es un riesgo medido y puedo tomar bastante sin ponerme pedo, pero si ya ando desvariando ¡pues mejor me voy en taxi!, como quiera a la moto no le pasa nada si se queda una noche solita.

Y por último la exigencia, y esta es bien seria. Lo del casco y lo del alcohol son sugerencias porque finalmente cada quien su vida.
Quienes hemos elegido andar en moto sabemos los riesgos, y si los miércoles ando pedo y sin casco es porque estoy dispuesto a pagar el precio si me caigo y sé de antemano que el accidente me está esperando en cualquier lugar, y sé perfectamente que estoy tomando un riesgo por algo que para mí vale la pena (andar en moto). Pero lo que no se vale es lastimar a alguien más, no es bueno permitir que el pasajero se suba sin casco y sin protección porque la vida de ese pasajero descansa en las manos del biker, y no es exageración, este par de cabrones tuvieron suerte, pero si la cabeza de ella pega en la banqueta se mata o queda en coma (y créanme que no estuvo lejos), así de fácil es terminar con una vida y el accidente se presenta de un momento a otro en el lapso de un parpadeo.

Sigo en shock y parezco viejito, pero en buen pedo: no suban pasajeros sin casco. El biker como quiera si se quiere morir que se muera, pero el pasajero no tiene la culpa de nuestra peda ni de nuestra irresponsabilidad.

Besos
Manuel

Viajando en moto por México

viernes, 29 de mayo de 2009

¿Por qué escribir en este blog?

De entrada porque la Lata me lo pidió. Dice que escribo divertido, pienso que eso es sumamente discutible y he sido jitomateado en diversos blogs (ni le busquen, ya los borré, me hartaron), pero este proyecto está chido por varias cosas:

a) Es un espacio de cuates donde puedo contar de manera casual mis chocoaventuras recorriendo este país en moto.

b) En mi personalidad no está ir a Europa y a Asia y a lugares exóticos, he descubierto que lo que yo disfruto es subirme a mi moto y recorrer caminos. Para mí el viaje comienza cuando salgo de mi casa y prendo a la gorda (que es mi moto pues'n) y el llegar a un lugar es sólo parte del viaje, yo lo gozo desde el camino y aparentemente eso es escribible y la dueña y master del blog desea plasmar eso en su espacio.

c) Nuestro país está subvaluado. La onda de mi generación era ir a otros países y tener las fotos colgadas en la sala, pero hay muchas maravillas esperando en cada rincón de México; paisajes que no le piden nada a los que salen en el Señor de los Anillos. Pienso que nuestro país comienza a estar de moda para viajar, pero quiero compartir los rincones más allá de las zonas turísticas, esas joyitas que los lugareños conocen y que no se incluyen en el panfleto del tour.

d) Porque me late escribir.

Dicho lo anterior procedo a presentarme, soy Manuel y soy biker, traigo ya casi 20 mil kilómetros en mis alforjas, y aunque estoy muy lejos de ser un master Sensei del bikerismo, me considero razonablemente bueno para las motos y para viajar.

Prefiero viajar en moto porque así se puede sentir la carretera, se ven los colores del cielo, los paisajes y en general el camino se ve mucho mejor que cuando se va en auto. Tiene sus incomodidades, estar sentado en el sol durante 8 horas tiende a causar algunos estragos en la piel, no puedo llevar una maleta porque no cabe, pero es el precio a pagar.

Se dice que la moto es muy peligrosa y que es una irresponsabilidad recorrer miles de kilómetros en ella. Yo digo que todo en esta vida es peligroso y un madrazo a 140kms por hora en coche es tan mortal y tan desagradable como uno en motocicleta, y dentro de mi particular filosofía de vida hay que tomar riesgos, hay que hacer lo que uno disfruta porque para eso estamos vivos.

Me da mucha pena hablar con gente que sacrifica su felicidad actual por una supuesta felicidad futura, que se matan filosofando pensando qué los hará felices cuando seguro han encontrado lo que les gusta en cortito.

A mí me hace feliz ser biker, y me hace mucho más feliz vivir en un país maravilloso donde en un rango de 100kms puedo recorrer desierto, bosque y manzanares (Coahuila señores, Coahuila); me encanta que el clima de México permita rodar todo el año porque no tengo que batallar con la nieve y estoy más que puesto a recorrer todo el país en moto, lo chido es que ya llevo ¡como un 60%!

Anyways, basta de presentaciones, si la Lata me permite les contaré de algunos viajecitos de buen tamaño, dónde meterse, dónde comer, y si a alguien le interesa, hasta podemos explicar cómo viajar en moto y sobrevivir sin el rimel durante unos días...

Recuerden rodar con casco y sin miedo, el miedo apesta y la única solución es rodar y rodar.



Manuel


La Gorda y la Flaca