Es difícil describir un sitio que no se ha visto por muchos años, pero si pienso en Oaxaca, inmediatamente viene un concepto a mi mente: COMIDA.
Este espacio no es lo suficientemente largo como para hacerle justicia a uno de los estados más ricos del país… porque Oaxaca es Oaxaca.
Esa palabrita con una redonda inicial y una extraña equis en medio evoca sensaciones en mí: barriga llena, árboles hermosos, arquitectura perfecta, pies cansados, amigas tragonas, extranjeros hippies y sol… mucho sol.
Pero sí, para mí, Oaxaca, antes que Monte Albán, sus calles del centro, el gigante silencioso de siglos, las playas (que no conozco), fiestas, barro negro, música… es gastronomía.
Recuerdo las manos morenas de gente sonriente y amable; gente cálida que no acepta un “no” por respuesta (así que si andas a dieta, tendrás que ser muy firme o de plano romperla). Los alimentos son parte del corazón oaxaqueño, se me figura un poco como traer a Tita de Como Agua para Chocolate al siglo XXI.
Aquí se puede gastar como un duque, pero también se puede comer bueno, bonito y barato. Dependerá del presupuesto… aunque yo recomiendo que sin importar lo gorda que esté nuestra cartera, nos demos una vuelta al mercado BJ, Benito Juárez, pues. Ahí es EL lugar para los antojitos regionales. También está La Casa de la Abuela en el corazón de la ciudad, pero es más fresón, no hay como mezclarse con los colores y olores del mercado.
Una buena tlayuda (que es como un sope chilango gigante, o una tortilla gruesa gigante), de tasajo, por ejemplo, es un manjar para cualquiera. O de Cecina, para los menos dietéticos (ajá). Ojo: la cecina en este rincón mexicano es de carne de cerdo enchilada… y el tasajo es carne de res salada (para que no los sorprendan). Sólo que hay que hablarle al estómago bonito antes y después, para que no se nos vaya a poner fifí y a refunfuñar por tanta comida.
No sólo los nombres de los platillos son exóticos, sino que son ricamente sazonados, "especiados"(¿término inventado por mí?).
Las tortillas hechas a mano son enormes, y te alcanza para un súper taco de amarillo, de verde o de coloradito. Y no hablo de las tonalidades, sino de guisos para chuparse los dedos.
Ok, explico de qué se trata.
Son platillos elaborados con carne y una especie de mole o curry. Por ejemplo, el coloradito es carne de cerdo preparado con ajo y ajonjolí, en salsa de jitomate, comillo y chile.
Pero si parece muy condimentado, ¿habrá algún valiente que prefiera un taquito de chapulines con chilito y limón?
Aunque si andamos de antojo más internacional, los lugareños adoran dos restaurantes: El Bar Jardín y el Terranova, ambos en el zócalo de Oaxaca City. Afuera del Bar Jardín siempre hay música: marimba o mariachi, así que hasta para nuestra foto de postal nos servirá darnos una vueltita.
Si queremos salirnos de lo más turístico, las Tlayudas de la calle Libres es una buena opción, sólo que es para echar cenita con los amigos.
Los más aventureros también saldrán satisfechos del tianguis dominguero de Tlacolula, como a 40 minutos de la capital del estado. Es MUY famoso por la barbacoa y el mezcal, por lo que es probable que terminen hasta las manitas, así que habrá que designar a un conductor... ah, caray, ¿y por qué habrían de salir borrachines? Porque te dan muestritas de mezcal de miles de sabores, ¿¡quién podría negarse?! Entonces, como están bien sabrosos y te dan sólo una probadita… y te das vuelo con todos los sabores.
Hay que tenerle respeto al mezcal, por favor.
Por lo tanto,si tenemos sed, es mejor ir por una agua de Casilda… no se me espanten, que los oaxaqueños no son caníbales (hasta lo que sé, al menos). Casilda era una señora que se hizo famosa por sus deliciosas aguas frescas, que se volvieron tradición obligada en Oaxaca. Nomás hay que darse una vuelta al mercado 20 de Noviembre para echarse una (agua fresca).
Demoniossssssssssssss… ¿por qué no he vuelto?
¿Y ya? ¿Esto es todo? No, claro que no. Después les contaré de Santa María del Tule, de Monte Albán y el francés apestoso; de Mitla, los árboles abrazables y el regateo (maaaravilloso) de la tía Chonita (la tía Raquel, pues).
Ah, por supuesto, no podrán faltar las compritas, pues para mí, junto a Chiapas y Michoacán, este es un paraíso de las compritas.
Arggg….Por cierto, ya viene la Guelaguetza, este año el 20 y 27 de julio.
Ya, ya le paro, porque esto se hizo muy largo, nomás no me vengan con pretextos para no visitar y experimentar Oaxaca. Sus paladares lo agradecerán. Y mucho.
Este espacio no es lo suficientemente largo como para hacerle justicia a uno de los estados más ricos del país… porque Oaxaca es Oaxaca.
Esa palabrita con una redonda inicial y una extraña equis en medio evoca sensaciones en mí: barriga llena, árboles hermosos, arquitectura perfecta, pies cansados, amigas tragonas, extranjeros hippies y sol… mucho sol.
Pero sí, para mí, Oaxaca, antes que Monte Albán, sus calles del centro, el gigante silencioso de siglos, las playas (que no conozco), fiestas, barro negro, música… es gastronomía.
Recuerdo las manos morenas de gente sonriente y amable; gente cálida que no acepta un “no” por respuesta (así que si andas a dieta, tendrás que ser muy firme o de plano romperla). Los alimentos son parte del corazón oaxaqueño, se me figura un poco como traer a Tita de Como Agua para Chocolate al siglo XXI.
Aquí se puede gastar como un duque, pero también se puede comer bueno, bonito y barato. Dependerá del presupuesto… aunque yo recomiendo que sin importar lo gorda que esté nuestra cartera, nos demos una vuelta al mercado BJ, Benito Juárez, pues. Ahí es EL lugar para los antojitos regionales. También está La Casa de la Abuela en el corazón de la ciudad, pero es más fresón, no hay como mezclarse con los colores y olores del mercado.
Una buena tlayuda (que es como un sope chilango gigante, o una tortilla gruesa gigante), de tasajo, por ejemplo, es un manjar para cualquiera. O de Cecina, para los menos dietéticos (ajá). Ojo: la cecina en este rincón mexicano es de carne de cerdo enchilada… y el tasajo es carne de res salada (para que no los sorprendan). Sólo que hay que hablarle al estómago bonito antes y después, para que no se nos vaya a poner fifí y a refunfuñar por tanta comida.
No sólo los nombres de los platillos son exóticos, sino que son ricamente sazonados, "especiados"(¿término inventado por mí?).
Las tortillas hechas a mano son enormes, y te alcanza para un súper taco de amarillo, de verde o de coloradito. Y no hablo de las tonalidades, sino de guisos para chuparse los dedos.
Ok, explico de qué se trata.
Son platillos elaborados con carne y una especie de mole o curry. Por ejemplo, el coloradito es carne de cerdo preparado con ajo y ajonjolí, en salsa de jitomate, comillo y chile.
Pero si parece muy condimentado, ¿habrá algún valiente que prefiera un taquito de chapulines con chilito y limón?
Aunque si andamos de antojo más internacional, los lugareños adoran dos restaurantes: El Bar Jardín y el Terranova, ambos en el zócalo de Oaxaca City. Afuera del Bar Jardín siempre hay música: marimba o mariachi, así que hasta para nuestra foto de postal nos servirá darnos una vueltita.
Si queremos salirnos de lo más turístico, las Tlayudas de la calle Libres es una buena opción, sólo que es para echar cenita con los amigos.
Los más aventureros también saldrán satisfechos del tianguis dominguero de Tlacolula, como a 40 minutos de la capital del estado. Es MUY famoso por la barbacoa y el mezcal, por lo que es probable que terminen hasta las manitas, así que habrá que designar a un conductor... ah, caray, ¿y por qué habrían de salir borrachines? Porque te dan muestritas de mezcal de miles de sabores, ¿¡quién podría negarse?! Entonces, como están bien sabrosos y te dan sólo una probadita… y te das vuelo con todos los sabores.
Hay que tenerle respeto al mezcal, por favor.
Por lo tanto,si tenemos sed, es mejor ir por una agua de Casilda… no se me espanten, que los oaxaqueños no son caníbales (hasta lo que sé, al menos). Casilda era una señora que se hizo famosa por sus deliciosas aguas frescas, que se volvieron tradición obligada en Oaxaca. Nomás hay que darse una vuelta al mercado 20 de Noviembre para echarse una (agua fresca).
Demoniossssssssssssss… ¿por qué no he vuelto?
¿Y ya? ¿Esto es todo? No, claro que no. Después les contaré de Santa María del Tule, de Monte Albán y el francés apestoso; de Mitla, los árboles abrazables y el regateo (maaaravilloso) de la tía Chonita (la tía Raquel, pues).
Ah, por supuesto, no podrán faltar las compritas, pues para mí, junto a Chiapas y Michoacán, este es un paraíso de las compritas.
Arggg….Por cierto, ya viene la Guelaguetza, este año el 20 y 27 de julio.
Ya, ya le paro, porque esto se hizo muy largo, nomás no me vengan con pretextos para no visitar y experimentar Oaxaca. Sus paladares lo agradecerán. Y mucho.
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Tips para viajero: Si requieres más información sobre el estado y no puedes esperar a que se publique aquí, visita cualquiera de estas ligas:
Más seria.
A dónde ir ya estando por los rumbos.
Todo para el turista que va a Oaxaca.
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Sobre el video:
Producido por Industria Film Studios, es el promocional del estado de Oaxaca de 2009.
Fue dirigido por Willy Sousa, quien me dirigió en aquel famoso Cinemiuto donde la hago de monja y que nos otorgó todos los permisos para que difundamos su magnífica obra.
¡Gracias Willy!
¡Gracias Carlos!
¡Gracias Tarus, por la asesoría!
10 comentarios:
muchos de esos lugarcitos de oaxaca los conozco y no cabe duda que el estado se caracteriza por su sabor unico!!
8 de junio de 2009, 11:40y eso de las muestras de mezcal me recordo la calle principal de tequila, jalisco, es muy similar la escena, deberian hacer una cobertura de este lugar tambien, yo les ayudo!!!
y bueno ps me voy xq tanto hablar de comida ya me dio antojo!
saludos
@region4tvRich
www.region4tv.com
¡VAAA!
8 de junio de 2009, 12:05¿Cuándo lo hacemos?
excelente el video!
8 de junio de 2009, 14:58wooow!!!! es bueno que vez en cuando vengan a recordarnos lo maravilloso que son ciertos lugares que conocemos. no he ido a oaxaca desde hace un par de años y sin embargo el recuerdo de mis últimas visitas permanece tan vivo como si fuera ayer.
8 de junio de 2009, 17:03oaxaca encanta, seduce, es mágico. montealbán es de los lugares más hermosos que he conocido en mi vida. y la comida... ni hablar, estoy babeando por leerte.
gracias por traerme de vuelta ese amor por las tierras oaxaqueñas-
excelentes tips
9 de junio de 2009, 7:35me diste en mi pata de palo.....comida.....
no puedo esperar las ganas de estar ahí.
Simbad, ¡qué bueno que te gustó! Este texto iba para ti, un poco. Y bueno, gracias por hacerme trabajar y echarle una mirada a la memoria.
9 de junio de 2009, 13:34Gabrielín, :)Gracias a ti por pasar siempre y estar presente.
Jane, bello, ¿verdad?
Quiero ir a Oaxacaaaaaa !!!
9 de junio de 2009, 17:29P.S.- Se solicitan mochileros, leros, leros...
Y también habemos gente bonita.
10 de junio de 2009, 18:08:P Modestas también.
Mi patria es Oaxaca, mmmh las quesadillas de huitlacoche en el mercadito de la merced, que es a donde he ido desde niña, o los piedrazos remojados en vinagre, que venden en algunos puestecitos, o las empanadas de amarillo o de mole verde, en la esquina frente a la iglesia sobre Av. Independencia, y una lista interminable de antojos.
Besos
y las nieves de la Soledad. las mejores del mundo.
11 de junio de 2009, 15:34Viva Oaxaca
OAB, esas nos las conocí, habrá que ir de nuevo.
15 de junio de 2009, 10:40Zereth, pues un tourcito, ¿no?
Exenio, jajaja, buscas viajeros? échale un ojo en www.viajeros.com
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